''Devuelven la vista a ratones ciegos''

Un trasplante celular devuelve la vista a ratones ciegos en tan solo dos semanas
 El método consiguió reconstruir por completo la capa sensible a la luz de los ojos de estos animales Científicos de la Universidad de Oxford han conseguido devolver la visión a ratones ciegos con un trasplante de células. Estas células reconstruyeron completamente, en tan solo dos semanas, la capa sensible a la luz de los ojos de estos animales. En un futuro, este método podría aplicarse a humanos que padezcan retinosis pigmentaria, un trastorno que es la primera causa de ceguera de origen genético en la población adulta, afirman los autores del avance.
Un equipo de científicos de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, ha conseguido que ratones ciegos vuelvan a ver tras implantarles en sus ojos células que rehicieron la capa sensible a la luz de sus retinas, informa la Universidad de Oxford en un comunicado. Los autores del avance señalan que este método resultará clave en el tratamiento de pacientes con retinosis pigmentaria, un trastorno caracterizado por la degeneración progresiva de la estructura del ojo sensible a la luz, la retina, que poco a poco va perdiendo las principales células que la forman: los conos y los bastones.
 Este deterioro ocasiona una ceguera progresiva. El estudio fue dirigido por el profesor de Departamento Nuffield de neurociencia clínica de Oxford, Robert MacLaren y por Mandeep Singh, que es cirujano del Hospital Universitario Nacional de Singapur. Sus logros han aparecido detallados en la revista PNAS. Artículos relacionados Un trasplante de células madre regenera el cerebro de ratones sin memoria Un trasplante de fotorreceptores devuelve la visión a ratones ciegos Nueva terapia genética podría curar la ceguera
 Las primeras prótesis de retina podrían llegar al mercado en 2011 Una nueva terapia genética podría curar una forma común de ceguera Recuperación de la sensibilidad a la luz Los investigadores trabajaron con ratones que estaban ciegos como consecuencia de la pérdida total de las células fotorreceptoras, sensibles a la luz, de sus retinas. Dos semanas después de que les fueran trasplantadas las células a estos animales, en sus ojos ya se había reconstruido por completo la capa detectora de luz de la retina, de tal manera que los ratones volvieron a ver.
 Las células empleadas fueron células ‘precursoras’ de ratón que se encontraban en la fase inicial hacia su desarrollo como células de retina. En una prueba de constricción pupilar –un fenómeno ocular que se produce como respuesta a la iluminación-, se constató que de los 12 ratones que habían recibido el trasplante celular, 10 presentaban ante los estímulos lumínicos una construcción pupilar mejorada. Este efecto demostró que las retinas de los animales volvían a ser sensibles a la luz, y que las señales lumínicas estaban siendo transmitidas de nuevo a través del nervio óptico hasta sus cerebros. A este respecto, Singh explica que: “Hemos descubierto que si trasplantamos a la vez un número suficiente de células, estas no solo se vuelven sensibles a la luz sino que también regeneran las conexiones necesarias para una visión significativa”
. MacLaren añade: “Las células madre ya habían sido probadas en pacientes como medio de sustitución del epitelio pigmentario retinal o EPR (capa de células pigmentadas del exterior de la retina que nutre sus células visuales), pero esta nueva investigación demuestra que la capa retinal sensible a la luz también puede ser sustituida de forma similar. Las células sensibles a la luz presentan una estructura altamente compleja y hemos observado que pueden reactivar la función como capa y restaurar las conexiones, tras su trasplante en una retina completamente ciega”. En lo que se refiere a la aplicación de este método para el tratamiento de la ceguera en humanos, MacLaren afirma que podrían usarse células madre pluripotentes inducidas o iPS, que son células madre que han sido generadas a partir de las propias células del paciente (de la piel o de la sangre), y que estas podrían ser dirigidas para formar precursores de células retinales. Esto ya ha sido logrado por otros investigadores, afirma MacLaren.
 El siguiente paso sería encontrar en los pacientes una fuente fiable de células, susceptibles de proporcionar células madre adecuadas para este tipo de trasplantes. MacLaren concluye que, por ahora, lo que se ha conseguido es demostrar que “las células trasplantadas sobreviven, se convierten en sensibles a la luz y conectan y reconstruyen las conexiones al resto de la retina, para restaurar la visión. La capacidad de reconstruir por completo la capa retinal sensible a la luz es el objetivo final de los tratamientos con células madre para la ceguera, en los que actualmente trabajamos”. En verde, células que reconstruyeron la capa sensible a la luz en el estudio de MacLaren y Singh. Fuente: Universidad de Oxford. Otros avances contra la retinosis pigmentaria
 Las perspectivas para las personas que padecen retinosis pigmentaria, que es la primera causa de ceguera de origen genético en la población adulta (se cree que afecta a uno de cada 3.700 individuos), son cuanto menos alentadoras, no solo por el avance conseguido por MacLaren y Singh sino también por los logros obtenidos en estudios previos, como el publicado el pasado mes de abril por investigadores del Instituto de Oftalmología del University College London del Reino Unido. En este caso, los científicos demostraron por vez primera que el trasplante de fotorreceptores sensibles a la luz y sanos en los ojos de ratones ciegos podía hacer que estos animales recuperasen la visión. Previamente, en 2010, un equipo de investigadores de la Universidad John Hopkins de Estados Unidos, descubrió que, a pesar de que se creía que la visión era posible sólo gracias a la existencia de los bastones y conos, en realidad existe otro tipo de células fotosensibles (las ipRGCs), también presentes en la retina pero que se pensaba tenían otras funciones, que podrían aportar cierto grado de visión a las personas ciegas.
 Por otra parte, ese mismo año, científicos de la Universidad de Florida, en Estados Unidos, desarrollaron un método de terapia genética que podría curar la retinosis pigmentaria ligada al cromosoma X, un trastorno de la visión que afecta a los niños. La terapia consistía, básicamente, en sustituir un gen disfuncional por otro gen capaz de producir una proteína clave para la visión. El gen “bueno” se hacía llegar al punto a tratar usando un virus a modo de transportador. Pruebas realizadas entonces con animales demostraron la eficacia del tratamiento.


 Referencia bibliográfica: Mandeep S. Singh, Peter Charbel Issa, Rachel Butler, Chris Martin, Daniel M. Lipinski, Sumathi Sekaran, Alun R. Barnard, y Robert E. MacLaren. Reversal of end-stage retinal degeneration and restoration of visual function by photoreceptor transplantation. Proceedings of the National Academy of Sciences (2013). DOI:10.1073/pnas.1119416110.

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''Maculopatia la alimentación mejora la vista"

La alimentación puede mejorar la vista
 Un estudio demuestra que algunos suplementos ayudan a evitar la degeneración macular asociada a la edad Un estudio realizado en Estados Unidos ha demostrado el efecto beneficioso de algunos suplementos alimenticios antixodiantes para evitar la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Ahora un grupo de científicos irlandeses, apoyados por la Unión Europea, profundizarán en esta vía de investigación, y también analizarán el efecto de la fruta y la verdura en la vista, puesto que contienen pigmentos naturales que son necesarios para el ojo. inShare 1 La dieta influye en la vista.
 La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una de las principales causas de ceguera en el mundo desarrollado. Más de quince millones de europeos padecen esta afección, una cifra que podría duplicarse en el próximo decenio.
 Una investigación reciente ha probado que algunos nutrientes podrían ejercer un efecto preventivo y mitigar el proceso de deterioro de la vista que con frecuencia conlleva el envejecimiento. Los profesores John Nolan, del Instituto Tecnológico de Waterford (WIT), y Stephen Beatty, del Grupo de Investigación sobre el Pigmento Macular (MPRG), ambos de Irlanda y considerados como los investigadores más destacados en este campo, están a punto de introducirse en un ámbito de la investigación científica aún inédito.
 Este paso lo darán tras conocerse los resultados de un estudio de referencia realizado por el Instituto Nacional de Oftalmología de Estados Unidos sobre los efectos de la administración de suplementos alimentarios para la vista durante cinco años a más de cuatro mil pacientes de DMAE. Los descubrimientos de AREDS2 (Related Eye Disease Study 2) confirmaron el efecto beneficioso de varios suplementos antioxidantes oculares para evitar la DMAE e indicaron la importancia de incluir pigmentos maculares en el suplemento. El profesor Nolan posee una experiencia dilatada en la investigación de los pigmentos maculares. En sus propias palabras, recogidas por la agencia Cordis: "Siempre sospeché que estos nutrientes desempeñan una función importante en los pacientes con DMAE. De hecho, muchos de nuestros estudios publicados ya advierten de que la visión de los pacientes de DMAE puede mejorar si se aumenta el pigmento macular mediante suplementos".
 El profesor, un defensor de los suplementos para mejorar la salud, también aboga por aumentar la cantidad de fruta y verdura de la dieta, ya que desempeñan una función básica en la salud ocular. "Contienen pigmentos amarillos naturales conocidos como carotenoides -explica- y tres de ellos [la luteína, la zeaxantina y su estéreo-isómero, la mesozeaxantina] sólo se encuentran al fondo del ojo [en la retina] en forma de pigmento macular". Explica además que su función es la de filtrar la luz azul dañina y neutralizar las moléculas inestables que provocan la DMAE. De hecho, los hallazgos de este estudio han influido de manera importante en sus propios estudios sobre el ojo en el proyecto CREST ("Central Retinal Enrichment Supplementation Trials"), dirigido por el profesor Nolan y financiado con una "Subvención de inicio" (Starting Grant) del Consejo Europeo de Investigación por valor de 1,4 millones de euros.
 El proyecto se diseñó en un primer momento para comparar los suplementos de pigmento macular con placebos en pacientes con DMAE. No obstante, el diseño del ensayo se modificó para acomodar las sugerencias del "Comité de supervisión y seguridad de los datos" (DSMC), entidad responsable de la vigilancia del ensayo. Artículos relacionados Un software explica cómo ven las personas que no distinguen colores Corregir el astigmatismo provoca nuevos cambios en los ojos Implantan con éxito un ojo biónico a una paciente de 54 años Consiguen mejorar la percepción visual con estimulación magnética Nuevas gafas que detectan obstáculos para personas con discapacidad visual Cambio
 El presidente de DSMC, el Dr. James Loughman, del Instituto Tecnológico de Dublín, explica la razón del cambio en la investigación: "Resulta complicado justificar el ensayo con un placebo si se tiene en cuenta que se ha designado una formulación de AREDS2 con pigmento macular pero sin omega-3 ni beta caroteno como estándar para el tratamiento de pacientes de DMAE. Una investigación que compare la formulación de AREDS2 con una formulación alternativa que contenga mesozeaxantina posee sin duda interés científico dados los resultados de AREDS2". El profesor Nolan añade: "AREDS2 confirmó que la ingesta de suplementos de pigmentos maculares redujo la progresión de la DMAE, circunstancia que brinda un nuevo estándar para el tratamiento de los pacientes con esta afección".
' El proyecto CREST investigará a continuación la influencia del pigmento macular en la DMAE y la capacidad visual. El estudio comparará dos formulaciones de suplementos distintos, una de ellas con el pigmento macular central, la mesozeaxantina, un ámbito de investigación sin precedentes. Los profesores Nolan y Beatty han estudiado la función de los pigmentos maculares en el ojo desde hace más de doce años y han firmado más de setenta publicaciones al respecto. Sin duda, el estudio de CREST se sumará a su ya importante currículo pues en él adoptan un método dirigido a ampliar el conocimiento que se posee sobre la hipótesis que afirma que la ingestión de suplementos con pigmentos maculares posee una función protectora de la vista. De demostrarse la validez de sus planteamientos se podría mejorar la visión en situaciones normales y prevenir la ceguera causada por DMAE.

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